¿Quieres aumentar el valor de tu propiedad de la noche a la mañana? Entonces la solución más fácil es una reforma de fachada. Aunque tu casa sea moderna y cómoda por dentro, una fachada vieja, con desconchones, pintura oscura o falta de sistema de iluminación moderno, rebaja no solo el aspecto de nuestra vivienda, sino también su valor inmobiliario.
Porque tu casa merece una buena tarjeta de presentación en sociedad, una reforma de fachada se impone cada cierto tiempo. Además, cambiar la fachada aumentará la insonorización y eficiencia energética general de nuestro hogar.
Mira estas 5 reformas de fachada y ¡verás qué cambio!
La fachada de este edificio de oficinas en su estado antes de la rehabilitación daba miedo. Había una urgente necesidad de restaurarla. El resultado final después de la intervención con la introducción de nuevas tecnologías e iluminación, le devuelvió todo su valor patrimonial.
¡Impresionante! Esta intervención arquitectónica muestra todo lo que la conservación y restauración de la fachada original puede conseguir. El proyecto de iluminación completa el objetivo de la intervención: integrar las nuevas tecnologías en una finca clásica.
Esta casa de campo tenía una fachada convencional con un porche un poco anodino y sin personalidad. La idea era ampliar este espacio para hacerlo más amplio y cómodo en su uso diario, creando un conjunto armónico con más espacio para disfrutar del entorno.
¡Wow! Añadir piedra a la fachada principal, sustituir las columnas que sostienen el tejado por otras de madera y aumentar el murete de piedra en el que el porche se eleva, convirtió una casa de veraneo estándar en una perfecta cabaña rural.
Muchos pueblos de España están llenos de casas de campo como estas: son joyas patrimoniales que incluso lucen el escudo de armas de la familia que construyó la vivienda, o dinteles de granito, pero que están abandonadas. Sin embargo, destruir casas así sería una pena, pues todavía guardan mucho que ofrecer.
¡Tachán! Como por arte de magia aquí tenemos una nueva fachada que ha conservado toda la esencia de la casa anterior. Como ves, los espacios del interior se han redistribuido para que la casa se adapte a las necesidades de la vida moderna, pero el exterior, conserva todo el sabor de las casas de campo.
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