Decoración vintage, inspiración en el pasado

Mariana Belisario Blaksley Mariana Belisario Blaksley
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Desde hace ya varios años, el estilo vintage en decoración e indumentaria inició una especie de fiebre que dura hasta nuestros días. Si bien no con el contagioso entusiasmo febril de sus inicios, el uso de piezas vintage en la decoración tiene adeptos constantes por mérito propio, fuera de la moda o tendencia que empezó causando furor.

Primero que nada conviene aclarar qué significa el término y a qué se refiere cuando hablamos de decoración de espacios. Los decoradores y diseñadores de interiores, expertos en el tema, nos explican que viene de la palabra vintage que significa vendimia. Qué tendrá esto que ver con muebles o elementos decorativos, se preguntarán algunos y la respuesta es que el uso de ese término es intencional. Como el vino que mejora su bouquet y sabor con el paso del tiempo, las piezas vintage de calidad fueron fabricadas o confeccionadas con técnicas y materiales de esos que dicen los abuelos ya no hay. Desde maderas macizas hasta encaje de Bruselas, con el paso del tiempo los objetos pasan a fabricarse en serie, con materiales sintéticos y desprovistos de la experiencia y meticulosidad propia de otras épocas. Por eso son tan duraderos y de ahí su asociación con el añejamiento de un buen vino. 

El estilo vintage abarca un marco temporal bien diferenciado y es importante conocerlo. Se pueden considerar vintage a todas las piezas fabricadas después de 1900. Creaciones anteriores entran en la categoría de antigüedades. Por otro lado, a partir de los años 60, podemos hablar de otro estilo decorativo denominado retro, así que a partir de ese momento podemos dejar de hablar de piezas vintage para denominarlas piezas retro. 

En nuestros días, la caza de objetos vintage sigue siendo una actividad apasionante para muchos y se ven fabulosos en cualquier espacio. Pero ¡cuidado! Es fácil caer en la tentación de comprar demasiados muebles o adornos vintage y terminar convirtiendo la casa en un depósito de trastos que no tengan un hilo conductor que les dé una razón de ser en el conjunto decorativo de cada espacio. Eso sí, si procedemos con cautela y elegimos bien, el estilo vintage puede ser una estética que nos ayude a crear espacios sensacionales y atemporales, con acentos llenos de interés y lo que en inglés se llama ’a conversation piece.’

Decoración vintage

La decoración que se basa en una estética vintage busca no sólo amalgamar mobiliario o adornos de diferentes períodos, como si se tratara de un museo, sino encontrar armonía y cohesión en el proceso. Los espacios de inpiración vintage suelen ser eclécticos, ya que agrupan piezas de diferentes períodos, materiales y estéticas dando como resultado espacios súper estimulantes visualmente. Como ventaja adicional, los objetos vintage han pasado la prueba del tiempo demostrando su altísima calidad y factura, así que es probable que estas piezas nos acompañen toda la vida. 

¿Cómo lograr un look vintage?

Para lograr un look vintage en especialmente en salas, que tienen el tamaño y la función social para lucirnos con algunos tesoros, es importante determinar el alcance. ¿Queremos un espacio esencialmente vintage o algunos toques aquí y allá? Si queremos ir hasta el final, entonces tendremos que pensar en grande, desde los muebles en adelante. Piezas icónicas de las primeras décadas del siglo XX pueden convivir por su diseño y estética con muebles contemporáneos. Una forma simpática de darle ese aire vintage a nuestros espacios es comprando aparatos de radio, máquinas de escribir, cámaras fotográficas, televisores y cualquier otro equipo cuya finalidad no sea necesariamente decorativa, pero que se han convertido prácticamente en piezas de museo. 

Vintage vs retro

Existe, ya lo hemos dicho, mucha confusión en cuanto a qué es vintage y qué es retro. Ya hemos explicado ampliamente qué es el estilo vintage, pero valga una aclaratoria más: para que una pieza se considere vintage debe ser original. El estilo retro se refiere a piezas de factura más reciente, de la década de los 60s hasta la finalización de los infames 80s, ahora también se consideran retro piezas fabricadas en nuestros días, que imiten o repliquen la estética de este período. 

Piezas y muebles vintage

La calidad de las piezas y muebles vintage es indiscutida. Su proceso de fabricación pasaba por técnicas casi artesanales y muchas piezas originales fueron hechas a mano, por expertos artesanos y artistas. Pasa lo mismo con las telas de los tapizados, que en algunos casos conviene dejar intactas a pesar de su aspecto deslucido, porque nunca podremos encontrar una tela actual que iguale su calidad. Los elementos específicos de un oficio o profesión pueden ser una adición ornamental estupenda o un regalo increíble. Dentro de esta categoría entran equipos y aparatos de todo tipo, electrodomésticos o instrumentos musicales. El arte no se queda atrás y cuadros, dibujos, fotografías y esculturas vintage son objetos costosos y codiciados. 

¿Dónde comprar objetos vintage?

Existen tiendas especializadas en las que expertos se tomaron la molestia de buscar estas piezas en rincones recónditos y por ende suelen ser carísimas. Para encontrar tesoros escondidos recomendamos las ventas de garaje, los mercados de las pulgas o páginas de internet que se dediquen a la compra y venta de objetos usados. Si alguna tía abuela decide regalarnos su colección de discos raros o cualquier otro objeto de época, tengamos en cuenta que estamos ante piezas vintage originales que pueden venderse muy bien en el mercado o verse espectaculares en nuestra casa. 

Habitaciones estilo vintage

Para las habitaciones el estilo vintage puede significar la oportunidad de darle mucha calidez, textura e interés al conjunto. Lámparas, mesitas de noche, incluso camas vintage, pueden hacer que nuestra habitación se convierta en un espacio lleno de piezas únicas y con una estética que, en suma, de seguro resultará acogedora. 

Cocinas estilo vintage

Las cocinas son otro espacio ideal para desplegar utensilios de otros tiempos, como licoreras, vajillas o cristalería de nuestros abuelos. Utensilios puntuales como sacacorchos o exprimidores le darán un toque divertido a la cocina y electrodomésticos como neveras de los años 50 o estufas de hierro pueden convertirse en los protagonistas absolutos de la cocina. 

Baños estilo vintage

Una forma de sacar al baño de su aspecto genérico y a veces soporífero de tan aburrido es incorporar unas cuantas piezas vintage para hacerle un makeover instantáneo. Los más audaces pueden hasta instalar piezas de baño vintage, ya que dentro de todo su funcionamiento es bastante similar a las de nuestros días. Lo más fácil es encontrar un espejo y un muebles para el lavamanos y algún que otro adorno y ya tendremos esa impronta vintage que queríamos. 

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