Existen varias maneras de restaurar muebles antiguos y ayudar a nuestros muebles a sacudirse esos años que se han acumulado sobre ellos y que los hace lucir, raspados, opacos, anticuados e inservibles. La clave para restaurar muebles viejitos, está en utilizar la manera correcta para hacer desaparecer estas marcas de uso que en muchas ocasiones ha ido adquiriendo en la casa de nuestros padres, abuelos, o en varias viviendas hasta que llegó a un bazar o mercado de pulgas.
El principal beneficio para decirle sí al hecho de restaurar los muebles viejos es que no sólo propician el ahorro, sino que también contribuyen a personalizar el hogar.
A continuación te decimos varias técnicas para restaurar muebles antiguos, todas igual de útiles para darle ese toque renovado a los muebles que llevan ya varias décadas siendo una grata compañía en el hogar. ¡Toma nota y manos a la obra!
La limpieza del mueble avejentado es la primera técnica que te queremos mencionar, esto porque es la más inmediata de lograr y porque, incluso, puede fusionarse con otra técnica para brindar mejores resultados.
Los pasos para un limpieza adecuada del mueble son:
1. Pasar un trapo humedecido en agua y un poco de jabón neutro. Posteriormente dejar secar por completo.
2. Repasar las manchas en esquinas o molduras.
3. Eliminar la pintura y/o el barniz.
4. Lijar hasta dejar la superficie lo más virgen posible.
Otra manera para restaurar muebles es prevenir la carcoma. Como carcoma se entiende esos huecos, especialmente en la madera, hechos por insectos, polvo o sol. Ya que la definimos es fácil detectarla en un mueble: su superficie presentará pequeños agujeros.
Para erradicarla, lo ideal es aplicar un producto anticarcoma con una brocha en cada hueco, y envolver el mueble con plástico, esto hará que el liquido penetre y se concentre de manera correcta.
Si el mueble que presenta una apariencia muy avejentada tiene pintura en su superficie la técnica más adecuada es quitar dicho esmalte y colocar una capa nueva.
La mayor ventaja de que el mueble en cuestión esté peinado es que su estructura es muy probable que esté en buen estado, y con un cambio de esmalte será más que suficiente.
Esta técnica número cuatro para restaurar muebles oscila en apelar a un cambio en la estructura del mueble y no sólo en su última capa. Tomando un librero o repostero como ejemplo, una buena de aplicar esta técnica es erradicando el fondo de este mueble, así quedarán nichos sin pared posterior que harán que el mueble se note diferente, renovado y más útil de que lo antes pudiera haber sido.
Los muebles que ya llevan décadas funcionando en un hogar, es común que posean cajoneras y puertas, sobre todo si fueron diseñados principalmente para brindar un almacenaje adecuado.
Si el mobiliario que quieres renovar efectivamente tiene esas características, lo primordial es arreglar la apariencia y mecanismo de las cajoneras y puertas, pues su constante uso las hace deteriorarse primero. Ahora bien, si ya no tiene solución, ¿por qué no erradicarlas?
Un tapizado sobrevive mucho tiempo, pero una vez que comienza a dar síntomas de deterioro es complicado ignorarlas. Por ello como técnica número seis para restaurar o devolver a la vida un mueble, hemos elegido la limpieza profunda de los tapizados.
Sobre todo si el tapizado se encuentre en una silla o un sofá, éste debe ser limpiado para que renueve su apariencia y logre que el mueble que recubre deje de ser evadido, ya que un tapizado sucio denota descuido, mala higiene, posibles plagas, etc.
Es imposible que durante su vida útil, el mueble que ahora se muestra avejentado no sufriera algún golpe lo suficientemente fuerte para dejarle una marca. Por ello como séptima técnica hemos rescatado el acto de reparar o sacar los golpes que el mobiliario ha recibido.
El paso más importante es identificar qué material fue el que recibió el golpe, si fue madera hay que tallar, rellenar y lijar; si fue lámina con un martillo se puede regresar el metal a su lugar original y así decirle adiós a la abolladura.
Si el muebles posee cerraduras o herrajes, es común que tanto su diseño como su estructura ya muestre, después de 10 años de uso, un deterioro y antigüedad considerable.
El deterioro porque es algo que diariamente es utilizado, y antigüedad porque los diseños de cerraduras no son los mismo que hace algunas décadas se usaban en el mercado, hasta puede ser complicado encontrar quien las arregle si es que se descomponen o la llave de repuesto que las abra. Lo mejor, entonces, será renovar.
Esta novena técnica debería estar como una ley para aplicar en el hogar al menos una vez al año. Consiste en sobreponer barniz o cera, dependiendo de la materia prima del mobiliario en la capa superior a fin de renovar el brillo de la superficie, pero al mismo tiempo protegerla del polvo, agua, incluso algunos insectos que nuca serán bienvenidos.
Una técnica pertinente para renovar sin mayores complicaciones las superficies de los muebles viejos, que sin embargo han sobrevivido bastante bien el paso d eso años y no se muestran tan deteriorados, es el pulido. Esta técnica le brinda al mueble en cuestión una apariencia más brillante.
Para mejores resultados:
Es conveniente encerar el mueble una o dos veces al año, así se mantendrá en perfecto estado tras la restauración.
Lo adecuado es aplícale al menos una segunda capa, ya sea de barniz, de tinte o de goma laca.
Cuando la técnica número seis que te presentamos con antelación ya no es suficiente para renovar la apariencia de tu mueble tapizado, procede inmediatamente a llevar a cabo este décimo primera técnica.
Lo que debes hacer aquí es cambiar definitivamente el tapizado de tu mobiliario. Si de todos modos las manchas, agujeros, polvo y pelusa ya no pueden ser erradicados con una limpieza, por muy profunda que ésta sea, hay que decirle adiós ala forma y solo preserva el fondo, pues seguramente la estructura fue tan bien protegida por el tapizado que está aún en muy buen estado.
Como última técnica para renovar un mueble antiguo está el acto de pintar por primera vez el mueble. Coincidimos con aquellos que piensan que es una edición arriesgada, pero si la apariencia del mueble ya está muy decaída teñirla no será una acción completamente descabellada ni que atente con su esencia más de lo que ya lo han hecho los años de uso.
Como recomendación final, y con esto te décimos adiós, piensa muy bien si lo que le harás a tu mueble no podrá hacerlo ver más viejo y anticuado, si la respuesta es no, entonces… ¡manos a la obra!