Reformas de cocinas: guía básica para culminarlas con éxito

Isabel Rodríguez Isabel Rodríguez
CASA LIRIOS, Marisol Manrique de Lara Marisol Manrique de Lara Cocinas clásicas
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Las reformas de cocinas constituyen una de las actuaciones más frecuentes en el interior de una vivienda. El uso y el paso del tiempo son dos factores que afectan a todas las estancias pero, dada su naturaleza, en la cocina tienen una incidencia especial. Los motivos que pueden llevar a emprender reformas de la cocina son de lo más variado. Desde una actualización del diseño a una mejora de las instalaciones pasando por una puesta a punto en viviendas de segunda mano o inmuebles destinados a la venta o el alquiler, cada situación requiere de una intervención concreta que, en cualquier caso, conviene dejar en manos profesionales.

Las necesidades a satisfacer son diferentes en cada caso, lo mismo que el presupuesto o el estilo de cada persona. No es lo mismo plantear reformas de cocinas pequeñas que busquen mejorar su funcionalidad que acometer una intervención en un espacio que pretenda, sencillamente cambiar de imagen aunque, en la práctica, estas y otras actuaciones compartan puntos en común. Para arrojar algo de luz en la tarea hemos elaborado esta guía básica con cuestiones a tener presentes si el objetivo es culminar con éxito cualquier reforma que tenga como escenario la cocina.

​Por dónde empezar

Una buena organización es fundamental a la hora de acometer cualquier tipo de reformas en la cocina. Pero incluso antes de elaborar calendarios, fechas, tomar decisiones al respecto de materiales, colores o mobiliario, es necesario tener claro cuál es el objetivo del proyecto. Una vez definido el punto de partida habrán de ir completándose el resto de cuestiones tendentes, todas ellas, a dar con el diseño perfecto. El presupuesto a invertir es otro de los factores claves que afectará directamente al resto de aspectos de la reforma en cuestión. Trabajar con profesionales es una garantía para no llevarse sorpresas en este capítulo aunque, en cualquier caso, no está de más dejar algo de margen por si fuera necesario hacer frente a imprevistos que puedan incrementar el coste de la obra.

Resuelta la motivación y la cuestión económica, marcar los plazos resulta fundamental. No es sólo una cuestión de responsabilidad por parte de los profesionales sino que también tiene cierto componente emocional sobre quienes disfrutarán los resultados. Las prisas no son buenas consejeras pero acotar los tiempos razonablemente, permitirá hacer un seguimiento de las intervenciones sin  el agobio de no atisbar el final de las mismas perfilándose en el horizonte. 

En función del tipo de reformas de cocinas, otros aspectos tales como elección de materiales, definición de estilo, muebles o distribución reclamarán la atención, cuestiones todas ellas en las que un asesoramiento especializado puede ahorrar tiempo y esfuerzo.

Reformas de la cocina más habituales

Siendo como es un espacio de trabajo son muchos los aspectos que pueden reclamar la atención a la hora de plantear el capítulo de reformas de cocinas. Dejando a un lado el componente estético, en la mayoría de las ocasiones, las actuaciones vienen motivadas por el desgaste propio del uso y el paso del tiempo sobre algunos de los elementos propios de este espacio. Cuestiones como el cambio en las instalaciones eléctricas o las conducciones de fontanería son algunas de las intervenciones más frecuentes que pueden protagonizar las reformas de la cocina aunque los revestimientos o el mobiliario también son susceptibles de ser renovados como consecuencia de desperfectos ocasionados por el implacable paso del tiempo.

El presupuesto varía en función de la intervención a realizar pero, en líneas generales, si el estado de la cocina en cuestión hace necesaria una transformación, más vale prevenir que curar, dicho lo cual, plantear un proyecto integral de reforma de la misma puede ahorrar tiempo y dinero a medio o largo plazo.

​La elección de los materiales

Aunque con el paso del tiempo el carácter de la cocina ha ido evolucionando, lo cierto es que mantiene una marcada esencia como espacio de servicio. El trasiego constante en su interior la convierte en un escenario que acusa el paso de tiempo y, tanto el pavimento como los revestimientos reclaman con frecuencia una renovación. La sustitución de unos y otros es una de las reformas de cocinas más habituales y, en este sentido, la elección de los materiales se convierte en una cuestión capital.

Los materiales cerámicos están presentes en multitud de diseños de cocinas pero la evolución del sector ha permitido la introducción de otras soluciones que ofrecen una relación calidad precio competitiva. Porcelánicos, madera, vinilo, microcemento… La oferta es amplia, como también la horquilla de precios por lo que todo dependerá del presupuesto destinado a la reforma.

Mobiliario y accesorios

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El cambio del mobiliario y los accesorios también puede formar parte de los proyectos de reformas de cocina. Como en el caso de pavimentos y revestimientos, la elección de unas materias primas u otras habrá de plantearse teniendo en cuenta las condiciones particulares de la cocina, así como el presupuesto. No obstante, conviene tener una visión de conjunto y, más allá de la inversión a realizar, plantear la cuestión desde un punto de vista funcional y estético. La proporcionalidad en términos de tamaño y número de piezas a integrar es fundamental para dotar a la cocina de un carácter atractivo y práctico sin saturar el espacio.

Iluminación

La luz natural es una gran aliada en diseño y decoración de interiores pero, en un espacio como la cocina, la iluminación artificial juega un papel determinante. Por eso, las reformas de cocinas en las que se aborde la cuestión eléctrica han cuidar este aspecto con mimo. Propiciar una atmósfera inspiradora al tiempo que incorporar puntos de luz suficientes para el desempeño de las labores culinarias en las mejores condiciones son cuestiones a tener presentes a la hora de elaborar tanto el diseño como el presupuesto.

Reformas de cocinas pequeñas

El espacio determina, en buena medida, las posibilidades a la hora de plantear cualquier intervención en el interior del hogar. Las reformas de cocinas pequeñas son todo un reto para los profesionales que han de poner toda su creatividad al servicio de la resolución de las demandas de los propietarios. Dejando a un lado las llamadas obras menores tales como cambios en los pavimentos o revestimientos, instalaciones o similares (aunque la consideración puede variar en función de la administración pertinente y llevar aparejada en cada caso la necesidad de solicitar un permiso o abonar ciertas tasas), si se trata de apostar por mejorar la funcionalidad de este tipo de cocinas, el criterio de un profesional te permitirá optimizar los resultados.

Una reforma de la cocina que gana popularidad, principalmente en cocinas pequeñas, tiene que ver con la eliminación de las paredes. Integrar esta estancia en el salón, por ejemplo, ayuda a maximizar la percepción espacial, mejorando así el carácter práctico de la misma. Colocar diferentes pavimentos para delimitar ambos espacios o añadir elementos tales como mostradores que permitan conectar de un modo sutil los ambientes, son cuestiones cada vez más frecuentes en reformas de cocinas pequeñas. Si la intención no llega a tanto, el planteamiento de la intervención ha de asentarse sobre los criterios de movilidad y optimización de la superficie. Cambiar la distribución, optando por un diseño de cocina en L o en U, pintar los azulejos en tonos claros o añadir puntos de luz para mejorar la luminosidad representan pequeñas intervenciones capaces de hacer de las reformas de cocinas pequeñas todo un éxito.

​Otros escenarios

Muchas de las cuestiones abordadas en esta guía pueden trasladarse a otros escenarios y es que, reformas de cocinas y baños son las más frecuentes. Ambas estancias comparten, en cierta medida, esa naturaleza de servicio que las hace más susceptibles de verse afectadas por el uso o el paso del tiempo. No obstante, a diferencia de la cocina, el baño es una habitación que requiere de unas consideraciones particulares vinculadas, no sólo a su función dentro del conjunto del hogar, sino también a las especiales condiciones de humedad que afectan a su interior.

En líneas generales, los materiales que son apropiados para la cocina suelen tener aplicación en el excusado y, en consecuencia, plantear una reforma simultánea en ambas estancias puede tener su reflejo, por ejemplo, en el presupuesto destinado a este capítulo.  Aunque la inversión económica resulte más abultada, es posible que un proyecto de reformas de cocina y baño, suponga un ahorro en términos de molestias y tiempo.

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