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El río Rin nace en los Alpes suizos y desemboca en el lago Constanza situado entre Alemania, Austria y Suiza. Hoy te invitamos a que te acerques a una localidad alemana bañada por este amplio río. Allí, una casa de los años 30 acaba de ser restaurada y renovada por completo.
El trabajo se realizó en dos fases, la primera se llevó a cabo hace ya 14 años y en ella se remodelaron el primer piso y el segundo. Después, diez años más tarde, se renovó por completo el ático del tercer piso. También se transformó el jardín y el resultado es impresionante. Lo que más llama la atención de esta casa es que su fachada posterior no tiene nada que ver con la frontal, son totalmente opuestas. Visítalas con nosotros y decide con cuál te quedas, seguro que no se te hace fácil tomar una decisión.
Desde la calle, la fachada principal del inmueble se ve bonita, clásica, elegante… A muchos nos gustaría tener una casa como esta, pero aún así, teniendo en cuenta la arquitectura de este tipo de vivienda, no es nada despampanante. En la parte de arriba, un amplio ventanal es lo que más llama nuestra atención y rompe el esquema tradicional de la casa. Vamos a ver el otro lado…
Por detrás un diseño totalmente inesperado nos sorprende. Desde el patio trasero, la casa parece mucho más amplia, quizá gracias a la enorme cristalera que nos muestra gran parte de su interior. Antes de la remodelación el edificio no tenía casi ventanas y la escalera era muy diferente a la que vemos ahora. Tras destruir la antigua pared se construyó la que tenéis en la imagen cambiando por completo el aspecto de la casa.
Ahora, la villa cuenta con un encanto doble: elegancia y discreción por delante, pero luminosa y moderna por detrás. Dos caras opuestas en un mismo edificio.
Dentro de la casa han cambiado también muchas cosas. Los interiores han pasado de ser compartimentados a lucir, ahora, diáfanos y espaciosos. Las grandes ventanas permiten que entre más luz y que fluya por las estancias. En la imagen vemos una mesa completamente de madera rodeada por sillas iguales. Son el centro de la estancia y acogen una de las pocas luminarias colgantes de la habitación. El resto de la iluminación artificial se ha empotrado estratégicamente.
En la villa predomina el color blanco y el material elegido para muebles y revestimientos es la madera. En el suelo, las lamas en espiga, o espina de pez, del parqué de roble proporcionan dinamismo al espacio. Por si la combinación del suelo con las tonalidades neutras no fuera suficiente, una chimenea da calor a la estancia y una amplia biblioteca promete tardes entrañables junto al fuego.
Desde el piso de arriba se aprecia con mayor claridad la estructura de la casa, su doble altura y los tres tramos de la escalera.
Los amplios ventanales permiten que la luz penetre en toda la vivienda y que el maravilloso jardín pueda ser disfrutado desde cualquier parte del interior.
En la fotografía os mostramos el ático, que fue construido en la segunda fase de la remodelación. ¿Recordáis el ventanal que observábamos en lo alto de la fachada principal? Pues este es su aspecto desde el interior. La gran cristalera no se queda solo en la pared sino que se extiende hasta el techo y crea una atmósfera sin igual en este salón abuhardillado.
Terminamos el recorrido por esta casa con dos caras opuestas gracias a esta fotografía que nos muestra, más de cerca, la fachada posterior y la terraza. Los tres niveles de la casa se distinguen perfectamente desde aquí y apreciamos el cuadrado diseño del espacio exterior. Si te ha gustado esta casa, no te pierdas: Antes y después: de casa en ruinas a oasis sostenible, otra casa de construcción alemana que te sorprenderá.
