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Una pared blanca es como una hoja en blanco para un escritor o un lienzo vacío para un pintor o un pedazo de madera o piedra cruda para un escultor: todas las posibilidades están abiertas para crear y para hacer con ella lo que mejor les salga. Para que ese espacio virgen se vuelva fecundo y lleno de vida.
En diseño y decoración de interiores las paredes blancas pueden quedar así y completarse con un entorno más colorido y vivaz o pueden convertirse en lienzos de pintor y decorarse de las más diversas formas.
En este libro de ideas queremos mostrarle propuestas para hacer sobre paredes blancas y transformarse en grandes artistas de la decoración.
Deja que la creatividad ¡fluya!
Los cuadros con fotos o láminas casi nunca fallan. Además tenés un montón de posibilidades en cuanto a formatos, colores y diseños. Le dan personalidad y mucha onda a una pared. La vuelven amigable y vistosa y llamativa. Se pueden hacer composiciones con varias imágenes distintas o elegir una grande y amplia que ocupe la mayor parte del espacio. Podes colgarlas sueltas o enmarcarlas con múltiples opciones de marco.
Cuando tenés un ambiente con predominancia de colores claros, pintar una pared que resalte y de profundidad al ambiente es una buena decisión. En este caso se optó por pintar de lila la tarde del fondo que contrasta con la neutralidad del espacio y atrae elogiosas miradas.
¿Te resulta difícil encontrar los colores adecuados para tu ambientes? Siempre se puede contar con la ayuda de un profesional. Ellos pueden ayudarte a identificar los colores más convenientes para tus paredes.
Los vinilos para pared son la decoración ideal si te gusta darle a tu pared lisa y monocromo un cambio rotundo. Son muy fáciles de poner y sacar también. Hay incontables diseños y colores para elegir los que más te gusten y mejor vayan con el estilo de tu ambiente.
Sólo hay que tener mínimos recaudos en cuanto a la luz directa del sol ya que pueden decolorarlas.
En este otro libro de ideas podes ver más opciones de vinilos para decorar paredes.
Una pared de madera no tiene porque remitir a cabaña de troncos o a un estilo tradicional y antiguo. En este ejemplo podemos ver una pared totalmente revestida en madera oscura con un diseño muy moderno y con reminiscencias nórdicas.
Una pared totalmente lisa y blanca puede ser el lugar perfecto para albergar unos estantes como los de esta imagen. Allí se puede variar el diseño visual ubicando adornos y elementos distintos y variados. Los estantes pueden pintarse del mismo color o dejarlos en su tono natural y que contrasten. ¡Jugá con la decoración y los colores!
Por último la gran posibilidad de transformar una pared ordinaria y común en un hermoso y nutrido jardín vertical. Aquí también son varias las opciones para elegir… desde una variedad de verdes y especies distintas hasta un contraste de colores y profundidades.
¡Animáte a transformar tu pared blanca en una obra de arte viva!
