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No importa lo grande que sea nuestra vivienda, tarde o temprano acabamos teniendo el mismo problema: ¡falta espacio! La manera de conseguir sacar más partido pasa por cambiar la distribución, hacerse con muebles más prácticos y con habitaciones multifuncionales. Sin embargo, a veces tenemos la suerte de poder ampliar físicamente la casa, construir una extensión a la misma que solucione todos los problemas.
Así ha ocurrido en el Antes y después que os presentamos hoy y que nos lleva directos a Inglaterra. En esta casa se derribaron tabiques para permitir una mayor entrada de luz y redistribuir el espacio. Además se incluyó en la vivienda una parte de la terraza, que apenas se utilizaba y que permitió construir un nuevo comedor con cocina, una oficina y un baño.
Veamos el resultado de una reforma que hace grande una casa pequeña.
Aquí tenemos la vista original de la parte posterior de la casa, antes de la extensión. Se trata de una vivienda convencional, como tantas que existen en el país británico con un patio que parece abandonado, y una especie de porche de acceso que no parecía tener mucho sentido, ni cumplía con las necesidades de la vivienda.
Aquí vemos el aspecto del patio ahora. Se ha construido una nueva extensión en madera, que encaja perfectamente con los materiales y el diseño del jardín, al que se le ha dado vida con plantas y maceteros. El mobiliario, también de madera y de estilo rústico, invita a sentarse y relajarse, alejándose del bullicio urbano. De tal forma que el nuevo diseño del patio conecta con la ampliación de la casa, tanto por dentro como por fuera.
Comprobémoslo dando un paseo por su interior.
El cliente quería crear un espacio abierto y luminoso donde pudiera instalar una cocina con comedor para fiestas y celebraciones. Para ello, el interior se conectó al patio a través de una gran puerta de vidrio que permite la entrada de luz natural. Además se diseñó un comedor que jugara con los colores y los materiales usados en el jardín.
El resultado es un comedor de estilo ecléctico, con unas llamativas sillas en color cobre y elementos en madera que aportan calidez al espacio.
Desde aquí observamos como la cocina no se ilumina solo con la luz que entra a través de la puerta vidriada, sino que también se ha abierto una claraboya justo encima de ella. Además, las paredes con alicatado blanco y los muebles de madera clara consiguen hacer más luminoso un espacio con decoración ecléctica, en la que elementos escandinavos se mezcla con detalles rurales y toques vintage.
En esta imagen, vemos un espacio que se diseñó exclusivamente para relajarse y leer un buen libro. Se construyó entre la terraza y el comedor, en una de las ventanas de la nueva fachada posterior. La madera de abeto que reviste las paredes y el techo abraza la repisa junto a la ventana que ahora se ha convertido en un acogedor sofá. Aquí la decoración también busca crear un ambiente agradable, con las lámparas que cuelgan en alturas desiguales o las láminas enmarcadas. Sin duda, un gran rincón de lectura.
Tal y como anunciamos al principio, esta extensión debía crear espacio suficiente para poder instalar un pequeño despacho. Espacio había, pero lo que faltaba era luz natural, tan importante para este tipo de habitaciones. La solución pasó por abrir un hueco en el techo, ubicado entre la parte nueva de la casa y la antigua. De esta forma, la claraboya permite la entrada de luz y convierte este escondido despacho en un lugar perfecto para concentrarse.
Hasta aquí nuestro antes y después. Si te has quedado con ganas de ver más transformaciones, te recomendamos que le eches un vistazo al artículo Antes y después: una fábrica japonesa convertida en salón de té.
