7 tips para tener casa propia (aún con poco dinero)

Joelia Dávila Joelia Dávila
Valle 239, SANTIAGO PARDO ARQUITECTO SANTIAGO PARDO ARQUITECTO Casas modernas: Ideas, imágenes y decoración
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Para cumplir el gran sueño de tener tu casa propia hay una serie de factores que debes considerar: el tiempo, las necesidades propias y familiares, presentes y a futuro, y el presupuesto con el que puedes contar. Si cuentas con un buen respaldo económico debes organizar perfectamente su distribución para no despilfarrarlo y que la inversión sea inútil; si, en cambio, cuentas con un presupuesto limitado debes proyectar en etapas y planear con sumo detalle cada parte del proceso.

Hay varias opciones para hacerte de un patrimonio: compra al contado, a terceros, tratos con promotores inmobiliarios y bienes raíces, vivienda nueva en fraccionamientos privados o construcción en terreno propio, entre algunas más. En este libro de ideas te daremos algunos tips que pueden servirte en el aspecto económico para poder cumplir con el sueño de tener tu propia casa, ¡tal y como la imaginaste!

1. Infórmate sobre tus prestaciones

Los trabajadores que cuentan con Seguro Social y parte de su sueldo aporta al fondo de ahorro, tienen varias prestaciones, entre ellas el Infonavit. Esta institución posibilita el tener casa propia, liberando créditos con base en el sueldo y la antigüedad de cada trabajador. Si tú has trabajado de esta manera seguramente cuentas con este beneficio. Acércate a las oficinas de atención a derechohabientes o al sitio web para iniciar cualquier trámite.

Para recibir este préstamo debes cumplir con ciertos requisitos, como el puntaje mínimo que vas acumulando a lo largo del tiempo trabajado. Una vez que cuentes con el puntaje necesario es momento de solicitar una preautorización, en ella se te informa sobre la cantidad que se te facilitaría. Es tu decisión continuar con el trámite o esperar algunos meses si el monto no es suficiente.

El Infonavit cuenta con varios tipos de planes, algunos consisten en un préstamo entre Infonavit y alguna institución bancaria para ampliar el monto, otros son para hacer mejoras a la vivienda, e incluso acaba de modificar una cláusula en donde ha ampliado el monto de préstamos sin necesidad de incluir bancos.

Esta opción es rápida y segura, y es un derecho que por ser trabajador formal te has ganado y que puedes usar para comprar vivienda nueva, a terceros o para mejorar la casa con la que ya cuentas, sin embargo es muy importante que consideres los porcentajes de interés, los riesgos moratorios, el alza constante del monto total debido al aumento del salario mínimo anual, y que es un préstamo que se paga durante casi toda la vida. Todo tiene sus pros y sus contras, asesórate antes de tomar cualquier decisión.

2. Considera los créditos bancarios

Hasta hace algunos años, tan sólo pensar en pedir un crédito hipotecario para comprar vivienda al banco ¡era de miedo! Los intereses solían ser altísimos y por lo general el contrato se realizaba en UDIS, que era una unidad de inversión que se manejaba de acuerdo al incremento de los precios, y como su finalidad era proteger a los bancos, el costo de la casa cada día era más alto hasta convertirse en monsergas insostenibles.

De un tiempo hacia acá, las instituciones bancarias han abierto el abanico de opciones y ahora ofrecen una serie de productos atractivos y bastante manejables: plazos cortos, tazas bajas, mensualidades fijas, costos en pesos y no en UDIS, seguros de cancelación de adeudos, seguros contra robo o daños para proteger la deuda y el patrimonio, en fin… Los montos dependen de tu historial crediticio, así que si tienes una buena trayectoria, puedes acercarte a tu banco de confianza y solicitar información.

3. Si tu sueño es construirla…

Casas Mestre/ House of stairs, Dellekamp Dellekamp Casas minimalistas

Si has decidido no comprar una casa hecha sino construirla como siempre la has imaginado, no descartes la posibilidad de los créditos. Si bien lo ideal de los créditos hipotecarios es permitirte comprar una vivienda ya construida, algunos tienen la modalidad de ser para construcción sobre terreno propio, para ampliación y restauración o, en el caso de los créditos personales, para comprar predios sin construcción y comenzar desde cero.

Por otro lado, puedes comprar el terreno al contado y comenzar a proyectar en el sitio, contratar a un buen despacho de arquitectura, contarles tus ideas y necesidades y solicitar un presupuesto del anteproyecto, del proyecto ejecutivo y de la obra. Es muy importante desglosar estos costos para tomar la mejor decisión, posiblemente te conviene trabajar en etapas o hacer una inversión completa  para una construcción sencilla, aunque más adelante inviertas en detalles.

4. Una casa ya construida

Si piensas comprar una casa ya construida, debes decidir la zona, el fraccionamiento o la colonia donde te interese vivir. En este punto es importantísimo considerar si la casa se encuentra en un fraccionamiento privado, si es una colonia popular o simplemente una zona abierta… ¿Por qué es importante? Porque en un fraccionamiento privado hay un costo extra cada mes que se refiere al pago del mantenimiento de áreas verdes y la seguridad. Considera, además del pago mensual de la casa si te has decidido por un crédito, que deberás pagar una cuota del fraccionamiento.

Si se trata de una colonia abierta o popular, si bien no tendrás que pagar mensualidades, habrá otros detalles a cubrir, como sistemas de seguridad, alarmas, rejas, bardas y hasta sistemas de grabación. Piensa en lo que es mejor para tu familia y, con base en ello, toma la mejor decisión. Puedes leer aquí sobre las ventajas de vivir en una casa de fraccionamiento.

5. Proyecta en etapas

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Esto significa que el proyecto arquitectónico contemplará una primera construcción sencilla y de pocos metros cuadrados pero con lo indispensable para habitar, debe tener una cocina, al menos un baño y un espacio amplio para dormir; la siguiente etapa puede ser la construcción del resto de las habitaciones, una a una o varias a la vez, de tal forma que se vayan reacomodando las actividades y el mobiliario en cada nuevo espacio.

Esta forma de construir tiene la ventaja de que no te descapitalizas, puedes organizar tus egresos conforme a tus ingresos y trabajar en los detalles de la obra con la tranquilidad de que no gastarás de más en zonas que aún no existen.

6. Pocos elementos

Ya sea que compres una vivienda perfectamente acabada o que construyas sobre un terreno propio, decídete por un proyecto o casa que no esté sobrecargada de elementos, que no tenga demasiados muros, muchas puertas o instalaciones en diferentes puntos. 

Lo ideal es que las instalaciones de agua se ubiquen en muros cercanos, colocando en habitaciones contiguas los sanitarios, las duchas, los cuartos de servicio y las cocinas, esto evitará que se invierta demasiado en tuberías y calentadores.

Si hay pocos muros, tienes la libertad de diseñar y decorar como prefieras, sin paredes que te limiten, puedes mover una y otra vez los muebles para cambiar el orden de las cosas y reorganizar los espacios, y además te ahorrarás muchísimo en pinturas, revestimientos, acabados, etc., y ese dinero ahorrado puedes invertirlo en detalles lindos para el resto de la casa, como una modernísima cubierta de madera y acero sobre una sencilla terraza.

7. Visualiza tu sueño

Si bien una de nuestras recomendaciones es proyectar en etapas que vayan de lo sencillo a lo detallado, es importante que consideres todos los detalles, acabados y elementos decorativos que quieras en tu casa desde el principio, para que sean contemplados en la organización del presupuesto.

Si se trata de una casa ya construida, seguramente querrás instalar un piso nuevo y moderno; si es una casa usada, la pintura y los revestimientos serán lo primero que querrás personalizar, y si vas a construir en etapas, desde el inicio debes presupuestar los materiales y las cantidades.

Desde revestimientos de finas maderas hasta pisos de microcemento, cortinas de seda o marquetería de aluminio, son detalles que debes visualizar desde que imaginas tu casa. Todo llegará en su momento, pero si no lo consideras en el presupuesto desde ya, tal vez sea difícil en el futuro conseguirlo. Imagina todo lo que quieras, ¡soñar es gratis! Y una vez que lo imagines, nada es imposible, así que ¡manos a la obra!

En homify esperamos que estos tips te sean de utilidad para cuando decidas tener tu propia casa; ya sea nueva o usada, recién construida o remodelada, el factor económico determina gran parte de la experiencia, pero con una adecuada planeación y tomando buenas decisiones, ¡todo será un éxito!

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