Dormir. Dormir a pata suelta. Dormir de día. Dormir de noche. Dormir y soñar con que al despertar el mundo será un poco mejor. Dormir hasta que los ojos se abran solos, sin el despertador urgente que llama a la rutina diaria. Dormir sin más.
Si hubiera que hacer un ranking de las cosas placenteras en la vida, uno de los primeros sería la hora en que uno se va a dormir. Desplomarse en la cama olvidándose de todo. Entregarse al sueño, profundo y reparador, donde uno se habilita a soltar presiones, preocupaciones, problemas y, si se tiene suerte, soñar con mundos mágicos.
En todo esto, mucho tiene que ver el dormitorio. Ese lugar íntimo de la casa donde tenemos nuestro micro mundo dentro de nuestro refugio personal o familiar.
En el dormitorio la cama es la gran protagonista, y allí pasamos la cuarta parte de nuestro día. Si el espacio lo permite, algunos dormitorios tendrán también escritorio, mesa de apoyo o sillón, los más sofisticados agregarán un frigobar, como en los hoteles, y los más afortunados contarán con un cómodo vestidor y baño en suite.
En este libro de ideas queremos presentarte dormitorios acogedores y cálidos. De esos que elegís por encima de cualquier otro ambiente de la casa. Esos que te invitan a apagar el despertador “por un ratito más” y que en los días de lluvia son el mejor amparo con un libro o una buena película. Dormitorios que abrazan, que calman, que renuevan la energía.
En la intimidad del dormitorio nos permitimos jugar, volver a ser niños y disfrutar como ellos. Un columpio es sinónimo de niñez, de alegría, de juego. Un cálido ambiente, con tonos suaves y detalles rústicos donde esta hamaca simple y bien dispuesta le da un toque juguetón y muy original.
Como si estuviéramos adentro de la tierra o de una montaña o de una piedra gigante. Este dormitorio revestido totalmente en una robusta pero a la vez cálida piedra, ampara y protege del mundo exterior. Da la sensación de refugio, de que allí dentro “nada malo nos puede pasar”. Los materiales como el yute o el mimbre acompañan en la calidez.
Un dormitorio rústico, simple, natural y a la vez con todo el confort. Los tonos tierra y neutros sonperfectos para lograr calidez y abrigo. La gran bañera estucado transmite tibiezay calma.
Un gran diseño arquitectónico de profesionales argentinos.
Tonalidades suaves, neutras. Un dormitorio casi puro e inmaculado donde el perfeccionismo y orden son reyes. La luz natural ampliada por la blancura circundante abraza todo el ambiente.
Un dormitorio original, curioso y divertido. Refugio de espíritus juguetones y creativos con buena energía e imaginación.
Luz natural. Mucha. Blancura. Texturas. Algo de locura. Una araña que no araña pero luce e ilumina. Un espejo con marco rococó que refleja buena onda.
Los techos bajos como el de ésta imagen, que tienen un desnivel y además una ventana al cielo, no sólo son acogedores y dan refugio sino que nos conectan con seres estrellados de afuera y de adentro.
Este dormitorio nos permitirá sentirnos todo el tiempo “de vacaciones”, ligeros, livianos y sin equipaje. Imita la decoración de un cuarto de hotel del Caribe o alguna islita del Pacífico. Una cama con dosel, cortinas blancas y vaporosas y un balcón al exterior con conexión al paraíso.
Una cama extensa, grandes ventanales, alfombra mullida y suave, luces tenues, almohadones, libros, alguna cosa para comer, una chimenea encendida y buena compañía. ¿Necesitas algo más? Absolutamente, no.
¿Quién no fantaseó alguna vez con una cama redonda? En este dormitorio donde el desnivel del techo aporta su cuota de refugio y amparo, la originalidad de la cama protagoniza la escena. La gran bañadera completa un espacio de descanso y relax. Los colores tierra, las rústicas paredes y techo con ladrillo a la vista contrastan con los detalles de modernidad de la puerta y bañadera.