El origen de los balcones es muy antiguo y se sitúa en Grecia. Desde entonces han tenido fines funcionales como es aumentar la circulación de aire en climas cálidos o mejorar la iluminación natural del interior de un edificio.
Importantes elementos arquitectónicos, los balcones consisten en una plataforma que se proyecta desde la pared de un edificio y puede ser sostenida por columnas, escuadras o en voladizo y cerrado con una balaustrada. Son parte integral de la fachada de un edificio y, con los años, sus estilos han evolucionado para reflejar los cambios en el diseño estructural y materiales de construcción.
Ya sea cerrado y proyectado desde la pared o abierto con una plataforma sobre la cual se apoyan, los balcones son estrechos en profundidad, con una balaustrada solo en la parte delantera y muy efectivos para agregar sensación de amplitud a un espacio interior.
A lo largo de los siglos y debido a la evolución en el diseño y los materiales de construcción, los balcones han ido cambiando de formas. En la Edad Media, por ejemplo se apoyaban en ménsulas hechas con sucesivos canteros, o con grandes soportes de madera o piedra. En cambio, con la Revolución Industrial y entrado el siglo XIX fueron incorporando otros materiales como el hierro y hormigón.
En la actualidad existen diferentes tipos de balcones. Algunos recuerdan a épocas pasadas y otros incorporan nuevas formas y diseños. El más frecuente es el de forma rectangular, que sigue el perfil del edificio.
Respecto a estilos todo depende de gustos. Una deco rústica se puede lograr incluyendo materiales como la madera, el ratán o mimbre. Esas propuestas se pueden combinar con telas suaves o más artesanales como la arpillera.
Para darle un estilo rústico a un balcón nada mejor que la madera. Ésta puede encontrarse como uno de los elementos que componen el balcón o estar presente en divisiones o muebles. Los tonos ocres también aportan mucho toque, así como herrerías en barandales o divisiones.
Los balcones no sólo tienen un valor estético, son funcionales y han sido pensados, desde su origen, para mejorar la ventilación e iluminación natural y como forma de ampliar los espacios interiores.
Los balcones, en general, deberían estar calculados para resistir el tránsito de las personas, caso contrario se pueden caer. Por eso, siempre que se vaya a incorporar este tipo de elementos se debe recurrir a un profesional calificado.
Un elemento muy importante que complementa, en estilo y seguridad, a los balcones son los barandales. De altura por lo general deben tener entre 90 centímetros y 1 metro de altura.
En cuanto a materiales, los barandales para balcones pueden estar diseñados con tubos de acero de línea en formas armónicas. También pueden ser de vidrio, para no interrumpir las visuales, o de mampostería, aunque son mucho más pesados.
Un elemento clave de los balcones es la seguridad. Además de los barandales, otra forma de conseguirla es cerrando el balcón. Algunos diseños se cierran por medio de una estructura metálica o de madera para prolongar las estancias. Ese tipo de cierres es muy habitual en aquellos balcones que se comunican con el living-comedor.
Las bondades y ventajas de la luz natural dan pie a diseñar espacios amplios con grandes ventanales y, así ampliar el espacio hacia afuera con un balcón. Los marcos de madera y hierro se han sustituido en la actualidad por aluminio, el cuál es más ligero y permite grandes ventanales dando una sensación de mayor amplitud y luminosidad.
Como mencionamos, los balcones son espacios funcionales y se pueden convertir en pequeños rincones llenos de estilos, especialmente en edificios en la ciudad, donde
Pero para ello deben ser equipados y decorados de forma adecuada. A continuación enumeramos algunos de los elementos que pueden ser incorporados en el balcón.
Un modelo que es tendencia, en balcones y espacios exteriores, es la famosa silla Acapulco. De origen mexicano, consiste en una estructura de hierro con plástico tensado. Cómoda y atractiva añade una nota fresca e informal.
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Los sillones son otro de los must. Deben adaptarse al espacio de manera que el balcón no se vea saturado. Los hay de ratán, para lograr un estilo más veraniego o tropical, de madera o de acero.
Otras piezas de diseño son las mesas de apoyo. El diseño escandinavo o moderno es perfecto para ambientar ese tipo de rincones. Sus formas lineales son aliadas incondicionales si lo que se quiere es lograr un mini espacio cool y funcional.
Finalmente la decoración de balcones no se encuentra completa sin un accesorio. Más allá de las macetas se puede jugar con otros objetos como almohadones, lisos o estampados, y aportar estilo con esos pequeños detalles.
En los balcones tampoco puede faltar un buen diseño de iluminación. Ya sea una guirnalda de focos leds o una lampara importante, las opciones para decorar son infinitas.
Las flores son imprescindibles. Grandes o pequeñas llenan de vida y color un espacio. Debido a su ubicación deber ser resistentes al sol y al viento, delgadas y compactas. Pueden ser geranios, petunias, begonias y pensamientos.
Y si hablamos de macetas, hablamos de plantas y arbustos. Incondicionales en un balcón aportan energía y mucho color. Para su elección hay que tener en cuenta el clima del lugar, mantenimiento y frecuencia de riego. Sin duda, son una buena idea para balcones coloridos.
En cuanto a plantas, el bambú es una buena opción sobre todo si lo que se busca es cerrar o dividir un balcón.
Otra alternativa es explotar al máximo los colores en muebles, textiles, flores y accesorios. Pero… ¿cuáles son los colores que no pueden faltar en un balcón? Azul, para relajarse, rojo, para levantar el ánimo y naranja para añadir una pincelada de diversión.
Las macetas y jardineras aportan vegetación a los balcones. Al ser una extensión del área habitable se pueden convertir en pequeños patios o jardines con pocos elementos. Macetas, jardineras y ambientar el balcón con diferentes texturas en piso ayudan a crear esa sensación. Dependiendo los elementos que se elijan se pueden generar espacios sólo para contemplación o habitables.
Un sillón también se pueden hacer con viejos palets. Esta opción DIY es muy fácil de hacer: el palet se debe lijar para quitar asperezas y después darle una mano de pintura. También, siguiendo los mismos pasos, se puede diseñar un jardín vertical.