La vivienda se desarrolla en dos plantas a partir de una arquitectura de líneas simples predicando siempre la pasión por el detalle.
Un esquema en U abraza
el espacio exterior presidido por un gran patio en el cual se destaca un árbol de Cebil que da sombra durante el cálido verano en Tucumán. Una secuencia de elementos cúbicos y pórticos con diferentes alturas se van adaptando a la topografía existente descendiente.
La carpintería corrediza de madera, el tono verdoso del sustrato vegetal y los grandes paños de vidrio que llenan de luz el interior, contrastan con las superficies blancas de los grandes volúmenes de la misma.
La vivienda incluye cuatro dormitorios con 3 baños y grandes carpinterías para el disfrute de la vida al exterior.