Jugando con la paleta de colores del ambiente, los azules del mar y cielo, la arena y vegetación del sitio. Se crea esta armonía con las texturas y colores del mobiliario.
Mediante el uso de distintas alturas del plafón se hace la invitación al usuario para esa transición de la playa al interior del Club, pasando por todo momento esa transparencia y permeabilidad de un espacio que se adapta sin fronteras y se une íntimamente con el sitio.