El objetivo de este proyecto fue la distribución y buen uso de los espacios. El monoambiente de Lucía, es una caja rectangular, que permitió llevar a cabo los objetivos, aplicando un estilo minimalista y femenino en cada uno de los sectores a crear.

Se diseñó un mueble divisor de espacios, el cual permitió la separación de la habitación del comedor, también permitiendo lugares de guardado para cada sector. Se modernizó el placard, aplicando espejos para sensación de amplitud y se remodeló su interior.

La cocina pasó por un cambio radical, no solo en su distribución, sino en la aplicación de revestimientos de vaguardia y la optimización de la iluminación.

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