La casa había estado prácticamente bajo el agua en una inundación, por lo que no se pudo utilizar el espacio del mueble empotrado, ya que la humedad era muy intensa.
Se cambió la orientación del sofá para que la gente al ingresar al espacio sea recibido por el mismo. Por otra parte, desde allí, podía apreciarse mucho mejor la vista al jardín, ya que contaba con una espléndida piscina y frondoso verde natural.