Se trata de un departamento ubicado en la ciudad de Mikkeli, Finlandia.
Su dueña una arquitecta argentina que reside en esa ciudad deseaba el
desarrollo de ambientes femeninos y alegres. Así decidimos basarnos en
la utilización de colores vibrantes como el verde manzana, el turquesa y
el naranja entre otros, pero colocados todos ellos sobre tonos neutros y
sobrios, lo que ayuda a generar sensación de calma y equilibrio. Los
espacios son dinámicos y desestructurados.