En un terreno en pendiente hacia el horizonte serrano, se emplazan tres casas para alquilar y
una piscina cumpliendo con el requerimiento del comitente. La implantación responde al
aprovechamiento del desnivel, y consecuentemente, de las vistas. Su materialidad surge de
establecer las casas como rocas
emergentes, haciendo eco del paisaje natural de las sierras,
monte y piedra…
De esta analogía, surge el ladrillo como envolvente y material en contacto con la tierra, puliendo su interior para habitarlas.